Al final,
LO IMPORTANTE
se resume
en aquello que imploras que vuelva
cuando no lo tienes.
Salud.
Disfrutar de los tuyos.
Y para de contar.
Tengamos en cuenta, únicamente, dos enseñanzas más:
La primera es propia: si alguien no nos quiere en su vida, tenemos que dejarle en paz. Por mucho que le amemos, por mucho que nos duela, por más que queramos evitar dejarle atrás. Incluso aunque no podamos comprenderlo. Y si no somos capaces, al menos, hemos de soltar un último "aquí te espero" y dejarle volar todo lo alto y lejos que quiera.
La segunda es prestada de la serie ADG (GA): "Cuando no hay un camino claro, solo nos queda dar un paso delante de otro".