domingo, 28 de febrero de 2021

Te entiendo

 De verdad, que te entiendo.

 Me ha costado años entenderte,

 constatar que ese lugar que otro ocupaba

 respecto a mí,

 ahora lo ocupo yo,

 respecto de ti.

 

 No pasa nada, que te entiendo,

 si yo no soy quien para obligarte

 a nada para conmigo.

 De hecho, nadie lo es.


Pero ese empeño de otro hacia mí,

que jamás comprendí,

del que hasta dudé

por considerarlo una obsesión,

esa fuerza arrolladora del amor,

de que nada importa,

de que el esfuerzo lo cambiará todo,

ahora la tengo yo contigo.


Y ya es hora de relajar.


Quien sabe si, de repente,

algún día,

tal vez,

las cosas entre

tú y yo

o

las cosas entre

yo y él,

serán distintas.


Por el momento,

te entiendo,

mi amor,

te entiendo.


Siendo igualmente cierto

que al entenderte a ti,

he comenzado a entenderme a mí

y a saber que necesito reciprocidad

y que no podré ser contigo

aquel que él fue conmigo

por mucho más tiempo.


Entiéndeme

ahora.









Quiéreme


Ante el espejo hay una extraña.

 Se le dice: quiéreme.

 Pero ella no hace nada.

 Se encoge de hombros; parece cansada.

 Como si fuera a cerrar los ojos en cualquier momento;

 como si no tuviera ganas.

 Le duelen las piernas;

 le aprieta el pijama;

 le chinchan las uñas;

 le molesta el alma;

 su mente incomoda

 a su cuerpo en la cama

 como si de dos hermanos mellizos

 que comparten litera se tratara.

 Y el problema fundamental,

 es que esa que se observa

 no consigue averiguar

 qué es y por qué será.

 ¿Habrá un millón de motivos?

 ¿O con uno bastará?

 Media hora de calor

 y casi a punto de llorar

 cae en la cuenta de una cosa:

 mientras una sola persona

 sea más importante

 en su vida diaria

 que ella misma

 algo siempre va a fallar.

 Entonces se promete,

 que va a aprender a amarse

 por encima de todas las cosas

 y por delante de los demás;

 que va a cubrir sus necesidades

 en todos los niveles:

 físico, psíquico y emocional;

 que va a anteponer sus planes

 a los de cualquiera.

 Que ha llegado la hora

 de plantarse ante su reflejo para,

 en lugar de decirle 'quiéreme',

a esa extraña que contempla,

 declararle amor incondicional

a su única eterna compañía vital

 y gritarle cada mañana, al mirarla:

 “Hoy tampoco te pienso fallar”.


I'll find my way, find my way home


I'm unstoppable today


Por mí, te perdono

Puedes querer a alguien que haya hecho cosas horribles. Puedes perdonar incluso a aquellos que más daño te han hecho. Cuando perdonas a alguien, lo haces más por ti que por ellos. Incluso todo mi dolor puedo causármelo yo, simplemente, haciendo algo demasiado.

En cualquier caso, la conclusión es así: por mí, te perdono.


No pierdo el tiempo

Me gano el cielo.

Pero después,

por favor,

ni se te ocurre,

reclamarme como ángel.

 


jueves, 25 de febrero de 2021

Lo más atractivo que existe es una persona feliz

No te olvides.

Esa es la única garantía de éxito vital.

Pero si se cae la aguja con la que coses, no mires en la baldosa que hay justo debajo, sino en las de alrededor.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Solo tenemos el hoy. Y ni eso

 De repente, el jarro de agua fría o la bomba.

 La noticia o el cese instantáneo.

 Un mal, un fin o tu fin.

 Solo tenemos el hoy.

 Y a veces, ni eso.







 "Quizás, donde todo parece cambiar,

 solo hay un punto fijo al que mirar".

 "Como si hubiera vuelto de algún sitio muy raro

 para decirle que aún

 todo su tiempo es oro,

 toda mi luz real".

martes, 23 de febrero de 2021

"Todo a su debido tiempo.

Tú has dicho lo que querías en un momento de crisis, ¿no?

¿Y esperas que yo hable de inmediato?".


'LIITA' (serie turca)


Vale para todo aquello que llevamos mucho esperando, tratando de que se suceda,

pero no llega. 

Y de repente, un día, zas, ocurre, y quieren que digamos algo que llevamos 

gran tiempo

gritando

aunque la voz que habla ahora

no nos oyera.


Pixabay


.

 Jamás la violencia paró a la violencia.

 Nunca el odio logró reducir al odio.

 Tampoco la venganza curó a la sed de la misma.


 Seguimos empeñados en que las soluciones

 son distintas al perdón, el diálogo, la empatía, la justicia,

 pero sobre, todo, diferentes al amor en todas sus formas.


 No, no y no.


 Para que haya paz, educación en todo lo anterior.


 Para que haya paz, que no haya una sola desgracia

 fruto de una decisión consciente y mezquina

 que no pueda atribuirse y tratarse como psicopatía;

 y que el máximo posible, así en plural,

 válgame el deseo por no ser este normal,

 sean provocadas por un desastre natural.


 Eso significará que hemos aprendido,

 no solo a amar,

 no solo a comprender al otro como un yo exactamente igual,

 sino también a vivir como personas humanas

 y, lo más importante,

 a abanderar el derecho a la vida de las demás.

 




 

miércoles, 17 de febrero de 2021

Días torcidos

 Hay días torcidos.

          En los que te duele la cabeza horrores,

                   en los que el tiempo parece inmolarse ante tus ojos,

                             en los que te muerde tu propio perro por equivocación.


  Luego están los otros días.

  Y después, tú

  que decides qué hacer con cada uno de ellos:

  si pulirlo o si desecharlo;

  si sacar algo de él o si solo atravesarlo.



  

  

  

viernes, 12 de febrero de 2021

Ser por partes

 No averiguamos de golpe quiénes somos.

 Lo vamos descubriendo por partes.

 Lo importante es seguir haciéndolo.

 Lo importante es no desesperar.

 Lo importante es saber reconocer 

 cuándo ganas 

 alguna lotería 

 en la vida

 para que no

 se te pase

 el placer

 de disfrutarla.

 

 



martes, 2 de febrero de 2021

Gente

 ¿Qué se puede hacer frente a quien no quiere comprender?

 Con esa cerrazón, con esa altanería, con esa necedad y con esa mala educación.

 Entre otras cosas, por supuesto.


 Pues hay muchas maneras de actuar,

 pero lo más importante es no saltarse el paso de soltar.

 Aprender lo que se pueda de ello, para otra ocasión,

 y dejar ir, abandonar.

Cerrar de la mejor forma posible y entender

que no con toda aquella persona que exista

vamos a poder converger.


lunes, 1 de febrero de 2021

Luz mojada

Tus lágrimas la humedecieron

a ella.
 
Ella,

que se colaba por las rendijas

que quedaban

entre las tablas de una puerta vieja.

Ella,

que lograba sortear por los agujeros

a las persianas 

de las dos ventanas del cuarto trastero.

Ella,

que tomaba prestado el tiempo

a la noche

cuando le daba la real gana de hacerlo.

Ella,

que encendía las calles oscuras del pueblo,

al pollo en la lumbre,

las páginas de un libro eterno.

Ella,

que despertaba a las resacas;

que acompañaba

a quienes dormirían o madrugaban.

Ella,

que lo había visto todo ya,

jamás se imaginó,

que se empaparía contigo o por tu causa.

Y allí estaba

siendo luz pero,

a tu lado,

mojada.



Mi parte favorita-2:41 en adelante

PD: lo de los dos tiempos 'dormirían o madrugaban' está hecho queriendo. Salvando la incorrección, dormirían se refiere a quienes vieron el amanecer (y por tanto, a la luz) antes de, previsiblemente porque no lo sabemos, acostarse -este hecho se producirá, presumiblemente, posteriormente a que llegue la luz- y madrugaban a quienes todas las mañanas tenían que levantarse a una hora determinada, por algún motivo, en la que justo estaba asomando el sol, que iba a su compás -este hecho se produce a la par con la luz, y siempre, dada la naturaleza de la imposición que les hace tener que despertar a esa hora-.