No. No hay que pagar con la misma moneda.
Sí. Sí hay que aprender de los errores.
No. No hay que sufrir imaginando.
Sí. Sí hay que comunicarse siendo, siempre, lo más amable posible.
Aunque dentro te mueras de ira, rabia, rencor, venganza, vergüenza u orgullo.
Porque si lo logras, regresas de vuelta.
Al camino del amor.