En esta época de dolor de cuello,
catarrazos y sueño,
logré dar con una tecla,
que buscaba ya hace tiempo.
En el coche, después de intentarlo todo,
entendí que
a veces una encuentra cuando prueba,
y otras tantas una halla cuando deja de buscar.
La cuestión es aprender a distinguir,
y si no se puede,
o no se sabe,
la solución es mezclar ambas fórmulas hasta alcanzar el fin.
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