jueves, 26 de mayo de 2022

El mirlo del parque

 Paré de correr y me puse a estirar las piernas sobre una verja.

 Al otro lado de la misma, un mirlo me hablaba.

 Su color negro azabache me tenía maravillada.

 Su pico, sus ojos, su tono.

 El mensaje era lo de menos.

 Conversaba y me miraba.

 Pude contemplarlo hablando.

 Me quité lentamente los cascos.

 Escuché su voz.

 Hasta que agoté el tiempo del reloj.

 Entonces tuve que cambiar de pierna

 para estirar.

 Traté de moverme lentamente

 para que no lo notara.

 Pero incluso cuando emprendió el vuelo,

 asustado por el temblor de la verja,

 el mirlo

 todavía

 me hablaba.



No hay comentarios:

Publicar un comentario