Cuando haya muchos cambios en la vida de un niño
y aunque no los haya, pero más si así es,
debemos enseñarle la oportunidad que le brinda cada cambio,
que puede inclinarla a su favor y aprovecharla.
Si, por ejemplo,
debe mudarse muchas veces, debe aprender a exprimir cada situación
y cada etapa que le toque vivir
y tener la posibilidad de llevarse amigos de todas partes
y de tener un hueco en muchos lugares,
además de reforzar el concepto de familia
que es la única que se moverá con él.
De esa manera, cuando mire hacia atrás,
vea todo con una mirada positiva y no negativa.
Aplica igual para los adultos, pero implantarlo suele ser más complicado.
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