de Sri Lanka se alternan el sombrero entre sí.
Se cuidan.
Se respetan.
Empezaron a pescar así, subidos a unos zancos, por necesidad: estaba todo lleno de metales pesados.
Y continúan.
Cada día pescan para su familia y algo de más para vender en el mercado.
En eso consiste su existencia: compartir, generar un poco de superávit familiar y, lo más importante,
VIVIR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario