un cielo para cada buena acción.
O no, en realidad no.
Cometemos tantas malas acciones
sin darnos cuenta,
cada día,
que pese a poner todo
nuestro empeño,
no se contrarrestarían.
Entonces,
existe
un infierno para cada mala acción.
O no, tampoco.
Pues si hay billones de ellas
cada segundo,
y no tenemos consciencia,
¿quién y cómo
llevaría
la cuenta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario