jueves, 31 de diciembre de 2020

1 de enero

 Tenía que ser así.

 Pero considéralo.

 Hasta el final de la pandemia.

 Si quieres conformar mi equipo.

 O que te cedan a otros.

 Incluso cambiar de liga.


 Esto no es un ultimátum.

 Solo te recuerdo mis necesidades.

 Porque no me parece justo que,

 algún día,

 complete mi equipo,

 y tú creas que no te quise;

 que fue de la noche a la mañana;

 que no hubo señales de aviso;

 que tengo un corazón frío;

 que me fallaste o te mentí.


 Entonces, te cuento.

 Piensa si soy tu prioridad, primero;

 si es que no, estamos a tiempo.

 Coge la carretera,

 y dirígete a donde quieras.

 Si es que sí, entonces,

 reflexiona sobre el miedo

o cualquiera de tus frenos:

¿Podrás apartarlos y crear

un mundo para nosotros?

Donde lo más importante para mí,

seas tú;

donde lo más importante para ti,

sea yo.

Si es que no,

coge la carretera,

y dirígete a donde quieras.

Yo no montaré un piquete,

ni cortaré ninguna vía,

ni pondré pinchos a tus ruedas.

Si es que sí,

no hay vuelta atrás,

vuelve a enfrentarte a tu mierda.


Y si la respuesta es no,

aún de todas las maneras,

yo te propongo seguir

siendo amigos que se quieran.

Si te faltan mil amores,

busca y encuentra sin pena,

que yo formaré un equipo,

hasta el día en que fallezca.

Tendremos nuestras vidas plenas,

las necesidades cubiertas,

pero cuando ambos queramos,

pararemos nuestra tierra,

y en mi caso esa persona,

habrá de aceptar que así sea.

Él será mi equipo eterno;

tú, mi amor hasta que muera.




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