viernes, 14 de enero de 2022

Reacción en cadena

 Si no se miden bien las palabras y/o el tono,

 a veces se produce una reacción en cadena.

 Como cuando llegas del supermercado y 

 en lugar de llamar a tu hermana con 

 tono amable y risueño, ansiosa e ilusionada

 por

 enseñarle lo que le has comprado,

 lo haces con tono pesado y jocoso.

 Entonces ella se irrita, se molesta y

 te contesta.

 Tú, sin entender nada, te enfadas y

 luego lo pagas con otra persona, que

 a su vez lo hará con otra más.

 Aquello se repite y se repite,

imparable en

cuanto a negatividad;

como si se tratara de

un agujero negro que 

se traga la buena vibra.

Voilá, la reacción en cadena

que comenzó con un ingrediente incorrecto

en el lugar y momento equivocados.

Todo el mundo, a la cama, enfadado,

por no escoger una palabra o un tono adecuados.

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