Cuando te empieza a faltar gente,
a veces, estás respirando y notas
de repente y con dureza
que
te falta
también
el aire.
Trato de pensar
que es una forma
de mantenerlos entre nosotros;
es como un homenaje
a ellos y al duelo,
esa breve apnea
que nos deja exhaustos,
ese agujero blanco
hecho de algún recuerdo
que lo pausa todo
y acerca las almas
de vivos y muertos
privándonos de respiración,
para luego soltarnos
y que sigamos nuestro camino
con el mismo pesar
pero un pelín distinto
en nuestros duelos
eternos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario