Lo que nos molesta de los demás siempre es algo que no hemos resuelto con nosotros.
¿La mejor fórmula para dejar de molestarse?
DAR, DAR Y DAR.
Dar sin importar cuánto te devuelven.
A eso hay que aprender.
Dar en lugar de exigir.
Dar en lugar de pedir.
Dar en lugar de llorar.
Dar.
En ello me encuentro.
Y sin quererlo, el efecto espejo estará.
De la misma manera que cuando nos molestamos.
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