con la salud fastidiada,
o con una muerte.
La vida solo se para,
a las cinco de la madrugada,
la una o las ocho de la tarde.
Joan Didion escribió
que te sientas a cenar
y la vida que conocías se acaba.
Que la vida cambia en un instante.
Después de ese instante
parece que no hay nada.
Y qué va,
no es así,
la vida sigue,
contigo o sin ti.
La vida solo se para,
con la salud fastidiada,
o con una muerte.
E incluso,
ahí,
no se detiene.
*Van por vosotras tres. En orden.
"Tú siempre estabas dispuesta, tú siempre estabas dispuesta.
La suerte es una ramera de primera calidad..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario