"Todas las cosas bellas y llenas de luz se desvanecen tan rápido.
Y jamás regresan...".
He visto esta película varias veces y siempre saco algo nuevo de ella.
Esta última:
1. Al obsesionarnos con algo pluscuamperfecto o con nuestra visión de las cosas, podemos perder lo que más importancia tiene para nosotros.
Y todo lo demás deja de tener sentido.
Es decir, buscar lo pluscuamperfecto puede arruinarlo todo.
Valoremos lo que hay y ponderemos.
2. Nunca hay que perder las formas en sentido violento.
3. Las almas atormentadas y/o nerviosas necesitan paz y una mano cerca.
4. Forzar a las personas e insistir, casi siempre, las aleja mucho más que las acerca. La solución para acertar es, casi siempre, dar información y, con una seguridad pasmosa, brindar kilómetros de espacio.
5. No debemos cargar con las culpas de alguien, debemos ayudarle, debemos apoyarle, pero no cargar. Nunca sabremos las verdaderas consecuencias de cargar con esa culpa hasta que ya sean insalvables.
6. Si se nos propone la mitad de lo soñado -volver a estar con quien queremos sin ser inmensamente ricos pero sin perder cinco años de vida común y todo lo que ello puede conllevar; huir en lugar de disfrutar de una vida acomodada, pero con la persona que amamos y que lo da sentido a todo-, pues sí, volvamos ya y huyamos rápido. Sobre todo, si cuando esa mitad no está el contador se queda a cero.
7. Cuando ocurre un hecho trágico o dramático, hay dos opciones que te acercan a esa persona: hablar o estar. A algunas les sirve una, a otras otra y a unas cuantas una mezcla de las dos.
8. Hay finales que parecen horribles pero, en realidad, te salvan de algo aún más horrible que estaba por llegar. Mantienen intacta tu esperanza, te dan la razón que aguardabas tener o te proporcionan alguna certeza, y eso no se paga con dinero.
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