domingo, 13 de febrero de 2022

Aprender a ver la belleza en que algo se ha ido

Crecer es despedirse sin morir por ello.

Aunque un trozo de ti se quede.

Pese a que un pedazo ajeno se te ajunte.

Se trata de 

buscarle la belleza a la despedida

y sentarse a observarla

como quien tiene una mariposa

posada justo enfrente de sí.


Prometo y juro que,

si alcanzas a lograrlo

-ello no está exento de dificultad-,

el sentimiento que prosigue

es como un regalo obtenido

del más allá, de la vida o del destino.


Además de lo que te brinda en ese rato,

te prometo,

te juro,

que te allana el camino.





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