Lo segundo que he aprendido: cuando hay que subsanar algo
se modifica la solicitud y se adjunta, se aporta el anexo otra vez subsanado
y se realiza un escrito nuevo de ser necesario.
Pero no se aporta la documentación y ya está.
HAY QUE SUBSANAR LA SOLICITUD Y EL ANEXO,
o te quedas fuera
y todo lo que has hecho y todo el tiempo empleado
no habrá servido para nada, absolutamente nada,
como me ha pasado con una beca de la UE y la Junta que me hacía especial ilusión.
Sí, era suplente y no la primera, pero qué más da.
El año que viene me vuelvo a presentar si no he logrado la plaza.
Y si la he logrado hablo con ellos para hacer algo juntos.
Que no se me quede la espinita que tenía tras hablar por teléfono,
que se me ha quebrado hasta la voz
sin darme apenas cuenta.
Lo segundo ya está claro,
¿y qué fue lo primero?
Lo primero que aprendí fue que no debía esperar al último momento.
Casi nunca sale bien.
Falla la página, cierra Correos o se te echa el tiempo encima.
Mejor el primer día, o el antepenúltimo (a lo sumo).
Aún así, a veces me lo he saltado.
Y no me ha ido especialmente bien.
Si aprendo un tercero, irá aquí.
Aunque ojalá que no;
realmente lo espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario